Insólito...e inolvidable (y sí sé editarlo :P)

Qué contenta estaba: Gon en 3 días estaría de nuevo en Dresden. Rapidamente busqué en internet coche que fuese a Berlin el viernes y otro que volviese esa misma noche a Dresden. No parecía difícil, ya lo había hecho el fin de semana pasado y había salido todo a tiempo (bueno había tenido que esperar 5 horas en el aeropuerto por ser demasiado previsora. Imagínense, yo llegando 5 horas antes!!jaja Pero una y no más Santo Tomás!).
Encontré los coches, a las horas perfectas y tenían plazas aún.Qué podría fallar ya. Pues sí, que justamente lloviese en Madrid, se retrasase el avión a Frankfurt y que Gon perdiese no solo su conexión a Berlín, sino la del avión siguiente incluso. Genial, me veía esperando de nuevo, pero ese no era el mayor problema. El mayor problema era CÓMO VOLVER A DRESDEN. Aunque decidimos que tendríamos vender parte del hígado para ir en tren, lo haríamos. Pero, llegaríamos a tiempo al tren??? jeje. Un cuarto de hora nos faltó después de coger guaguas, cambiar de metro etc. Miramos los siguientes trenes: sí, existían! salían a partir de las 00.30h, pero el mínimo hacía 3 paradas en las cuales tendríamos que esperar también, para poder llegar a Dresden por la mañana.... Decidimos irnos a un ciber y mirar los coches que quedaban. Total , qué perdíamos?.Todos ocupados , así que intentamos el primero de la mañana siguiente: a las 5.30am saldría de alguna parte de Berlín... y lo aceptamos (mejor dar una vuelta por Berlin que esperar en estaciones 2ªs a las tantas de la madrugada pensamos y nuestro órgano vital lo agradecería). Ahí es donde empezó nuestra aventura con la mochila a cuestas cenando en un chino thailandés fantástico al lado de la estación de Zoo , ver la Alexanderplatz que no habíamos podido ir en nuestro viaje anterior , estar en una especie de 24horas con servicio de pan regentado por una familia de Apús que nos regalarían pastitas y acabar de nuevo en el metro para no morir de frío jajaja. A las 8h llegamos a Dresden sanos pero muy cansados después de 2 horas escuchando Manu Chao en un coche conducido por un hombre que tenía aspecto de pirata súpercachondo y con una punky lesbiana que iba a recoger a su novia Dresden (jaja, como yo vaya!).
Insólito e inolvidable ;)



Rememorando "locuraschinas" jeje



Gon en uno de los tantos ratos en el metro de Berlín



Alexanderplatz